miércoles, 16 de noviembre de 2011

USA PROTECCIÓN SOLAR

El insomnio en los niños por malos hábitos

Seguro que todos conocemos a algún padre que refiere que su hijo pequeño ha experimentado dificultades para conciliar el sueño durante períodos prolongados, y/o, para mantenerlo a lo largo de toda la noche. De hecho, 3 de cada 10 niños entre los 6 meses y los cinco años, sufren insomnio, lo que lo convierte en un problema bastante frecuente y perturbador de la dinámica familiar.

Para los padres se traduce en ojeras, irritabilidad, frustración, autoculpa, incluso resignación ("nunca ha dormido bien", "son los dientes", etc)y se llega a una espiral de indefensión, en la que se llega a pensar que la circunstancia por la que se atraviesa es natural en la infancia.

¿Cómo se llega a esta situación?

Gran parte de la explicación radica en el proceso de adquisición de los ciclos de sueño - vigilia.

En los primeros meses de vida, gracias a un proceso fisiológico que ocurre en el hipotálamo, los bebés comienzan a experimentar períodos nocturnos de sueño y poco a poco se va estableciendo el ciclo de sueño por la noche / vigilia o estar despiertos durante el día. A su vez, comienzan las primeras asociaciones de ciertos hábitos y estímulos externos al período de sueño (oscuridad, silencio, tranquilidad, soledad...etc.), y estas asociaciones se van consolidando; vemos entonces que el sueño además de ser un evento biológico, es también psicológico y social. Lo normal es que un niño de 7 meses duerma ya, una media de 12 horas durante la noche.

Pero en ocasiones la actitud de los padres (no hay rutinas, se quedan meciendo al niño mientras se duerme, actitud inadecuada durante despertares...), no favorece la adquisición del hábito y entonces aparecen asociaciones inadecuadas, que instauran una conducta de sueño anómala: no querer dormir solo, retrasar el inicio del sueño, excesivas demandas que desbordan a los papás durante la noche...etc.

Por eso en la mayoría de los casos de insomnio entre los 6 meses y los 5 años podrían encuadrarse dentro de un trastorno llamado Insomnio por Hábitos Incorrectos, que esta contemplado dentro de La Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño de 2005 . Según citada categorización, se caracteriza por la resistencia de los niños para irse a la cama y los despertares nocturnos con incapacidad de volver a conciliar el sueño por si mismos.

¿Es una situación sin retorno? ¿Puede enseñarse a dormir?

Como ya hemos visto, un hábito es un comportamiento aprendido, por lo tanto los adultos, podemos y debemos enseñar a nuestros niños a asociar la conducta de sueño a elementos como la cama, la habitación, etc. Se pueden seguir unas pautas para instaurar el sueño:

-Crear un ambiente agradable, sin tensiones. Siempre a la misma hora, además existe un momento del día (biológico) propicio para que los niños vayan a dormir, que sería entre las 20h y las 21h. Se puede crear este ambiente, contando una historia o repasando lo que hemos hecho en el día de hoy y siempre fuera de la habitación del niño.

-Acompañamos al futuro durmiente a la habitación y tiene que dormirse solo. Si nos quedamos mientras se duerme y posteriormente se desvela, nos echará de menos, entonces el ritual habrá sido inútil.

-Hay que repetir estos pasos siempre del mismo modo para aprenderlo, siempre con seguridad, no mostrar flaqueza y no se debe nunca cambiar los criterios pues el niño no sabrá como comportarse.

Es muy importante desde pequeños, tener una buena higiene del sueño, repercutirá positivamente en la vida cotidiana familiar, además de evitar futuros problemas de salud.

DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO


Aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959


Artículo 1º
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta declaraciónEstos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.


Artículo 2º
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.


Artículo 3º
El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad.


Artículo 4º
El niño debe gozar de los beneficios de la seguridad social.Tendrá derecho a crecer y desarrollarse en buena salud; con este fin deberán proporcionarse, tanto a él como a su madre, cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal.El niño tendrá derecho a disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.


Artículo 5º
El niño física o mentalmente impedido o que sufra algún impedimento social debe recibir el tratamiento, la educación y el cuidado especiales que requiere su caso particular.


Artículo 6º
El niño, para el pleno desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión.Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia.Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.


Artículo 7º
El niño tiene derecho a recibir educación que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social y llegar a ser un miembro útil de la sociedad.El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres.El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.


Artículo 8º
El niño debe, en todas las circunstancias, figurar entre los primeros que reciban protección y socorro.


Artículo 9º
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación.No será objeto de ningún tipo de trata.No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.


Artículo 10º
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa, o de cualquiera otra índole.Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
JR.

Derechos del Niño

Cómo comunicarse con los niños



El lenguaje es el medio de comunicación por excelencia. Con el paso de los años ha ido cambiando adaptándose a los nuevos tiempos, pasando de utilizar el usted para dirigirse a los padres a, en algunos casos, la expresión "tio".

Los niños absorben todo lo que les rodea. El lenguaje que oyen en casa será el que acabarán aprendiendo y utilizando.

Los educadores toman un papel muy relevante en el desarrollo de la comunicación con el niño, para ello es importante tener cuenta:

•A los niños no se les puede hablar con de la misma manera que se hace con los amigos, aunque con ello parezca que se establece una comunicación más cercana el niño debe aprender que el lenguaje debe ser distinto según con quién hable. El uso del lenguaje es una de las herramientas que contribuye a establecer el respeto de modo que igual que el adulto no hablará igual a sus jefes, a sus padres, a sus clientes, etc. que a sus compañeros, el niño debe aprender a hablar adecuadamente a padres y maestros.
•No se le puede pedir que no utilice groserías o palabrotas si en casa se oyen de forma habitual.
•Adaptar el lenguaje al nivel de comprensión del niño, según tenga 6 o 10 años por ejemplo, pero sin caer en los infantilismos.
•Utilizar la alabanza y los buenos modales para que el niño aprenda a utilizarlos.
•Utilizar un lenguaje directo.
•No utilizar monólogos, los niños tienen menor capacidad de atención que los adultos, más vale ser breve y concreto y potenciar la bidireccionalidad.
•Dejar que el niño pueda preguntar y opinar sin miedo a sentirse ridiculizado. Utilizar las comidas para entablar debates y discusiones poniéndose a su nivel, eso fomentará que su espíritu analítico y crítico.
•Es beneficioso expresar sentimiento y justificarlos para que el niño vaya aprendiendo a identificarlos y pueda expresarlos en lugar de utilizar pataletas para demostrar su malestar.
En resumen, para comunicarse con los niños es necesario adaptarse a su nivel de desarrollo y tener en cuenta que aprenderá de las personas que lo rodean la manera de comunicarse. Conviene estimular la comunicación promoviendo el diálogo.

El iPad ayuda a los niños con problemas de visión


Según una investigación de la Universidad de Kansas, la tableta de Apple podría mejorar la calidad de vida de los niños con discapacidad visual cortical. Este trastorno neurológico impide a los afectados interpretar correctamente las imágenes y les produce atrofias y pérdidas de visión. Se puede presentar desde el nacimiento y su gravedad depende del tipo de lesión, pero siempre requiere de cuidados específicos y una educación especial. Cuanto antes empiece a tratarse, más se puede avanzar en la mejora de los síntomas y ahí el iPad puede ser crucial. Muriel Saunders, la profesora que dirigió el estudio, comprobó que la interactividad, sonidos y colores de la tableta atraían la atención y mejoraban la concentración de los pequeños, que suelen tener dificultades para fijar la vista en caras y objetos.


Ésta es una de las Buenas Noticias que recoge Luis Otero en el número 366 de Muy Interesante, de noviembre de 2011.

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¿Cómo enseñar a los niños a ser responsables?


Uno de los aspectos básicos de la enseñanza de responsabilidad a los niños es la cuestión: "¿Quién es el responsable de acordarse de las cosas?". Los niños pueden saber hacer las cosas y desear agradar a los padres pero si no han tomado sobre sí la responsabilidad de acordarse, no pueden ser responsables.
Hay algunos consejos que estimulan al niño a recordar sus responsabilidades crecer y a verse capaz de asumir mayores responsabilidades:
• Escriba las cosas y colóquelas en lugar visible.
• No les recuerde las cosas a los niños una vez esté seguro de que le han escuchado y entendido. Recordar las cosas a los niños se convierte en una mala costumbre de la cual los niños pasan a depender.
• Establezca costumbres lo más regulares posible. Cuando las cosas ocurren de forma predecible y regular, se incrementa la capacidad de recordar de los niños.
• No le dé miedo castigar al niño que se "olvida".
• Acuérdese de lo que usted ha dicho. Si los padres lo olvidan, están otorgando al niño, tácitamente, permiso para hacer lo mismo.
• Para enseñar a los niños a ser responsables se puede utilizar un programa claro de recompensas y alabanzas, tal como los sistemas de puntos, que ofrezcan respuestas a su comportamiento. Por otro lado, el niño seguirá siendo irresponsable si la respuesta que obtiene es la crítica excesiva, la exposición al ridículo o a la vergüenza. Los niños a los que se recompensa por ser responsables van desarrollando gradualmente la conciencia de que la responsabilidad y los buenos sentimientos están relacionados; y, con el tiempo, disminuye su necesidad de recompensas externas.
Algunos consejos para enseñar a los niños a ser responsables son:
• Desarrolle la sensación de poder y autoconfianza del niño. Cuando se tiene sensación de poder se poseen los recursos, oportunidades y capacidades necesarias para influir sobre las circunstancias de la propia vida. Enseñar a los niños a ser responsables incrementa su sensación de poder.
• Ayude a los niños a tomar decisiones.
• Los niños que han aprendido a ser responsables toman mejores decisiones que los que no han aprendido a serlo. Podemos contribuir a aumentar la capacidad del niño para tomar decisiones si ayudamos a:
• Resolver los problemas que crea la necesidad de tomar una decisión.
• Buscar otras soluciones.
• Seleccionar una de las alternativas mediante la valoración de sus consecuencias.
• Valorar la eficacia de las decisiones por medio de una discusión posterior.